Se calcula que al menos una de cada tres infecciones de SARS-CoV-2 podrían ser asintomáticas, en ese contexto, un grupo de científicos chilenos y británicos afirma haber desarrollado un novedoso método para identificar pacientes asintomáticos o presintómáticos, como una manera de ayudar a reducir la propagación del virus.
Su técnica consiste en tomar muestras de las pantallas de los celulares de las personas, una idea que resulta de bajo costo, no invasiva y con resultados confiables, según el estudio.
PCR y celulares
“El gran problema con el Covid-19 es que muchas personas andan por la calle contagiando y no lo saben”, afirma el doctor Rodrigo Young, creador de este método e investigador en el Instituto de Oftalmología en el University College London, en Reino Unido.
Por eso, como explica Young, examinar a tantas personas como sea posible es una manera efectiva de reducir el contagio. Pero estas pruebas, sin embargo, pueden ser costosas o incómodas para el paciente.
Pensando en esto, Young ideo que una alternativa podría ser tomar las muestras de las pantallas de los celulares de las personas. “Me di cuenta de que la clave no es tomar muestra de la persona, sino de algo que sea un reflejo de la persona”, afirmó, añadiendo que “como pasamos tanto tiempo tocando y hablando por nuestros teléfonos, lo que queda en la pantalla puede ser un buen reflejo de lo que llevamos dentro”.
El test, al que llamaron PoST (Phone Screen Testing, en español Prueba de la pantalla del teléfono), consiste en que, en vez de introducir un hisopo en la nariz de la persona, lo que hacen es pasar el hisopo sobre la pantalla de su celular. De esta manera, pueden detectar si hay rastros del ARN, es decir, material genético del virus, en la pantalla del celular. En otras palabras, es hacerle una prueba PCR al celular.
PCR tradicionales y PoST
Para ensayar su método, Young y su equipo examinaron cerca de 1.200 personas, quienes se sometieron tanto a la prueba PCR nasofaríngea como al método PoST. El resultado fue que con el método PoST detectaron a todas las personas que, según la PCR nasofaríngea, tenían alta carga viral.
Las personas con alta carga viral son las que tienen más posibilidades de contagiar a otras.
La coincidencia entre lo que mostraron las PCR nasofaríngeas y el método PoST estuvo entre 81% y 100%, según datos del estudio.
Para estos ensayos, Young contó con el apoyo de la Universidad de Chile y el Great Ormond Street Hospital en Londres.
No es 100% seguro
Pero Young aclara que el método PoST no reemplaza a una prueba PCR nasofaríngea, sino que es una prueba prediagnóstica. La PCR nasofaríngea puede detectar a todas las personas infectadas, sean contagiosas o no. Con el PoST, en cambio, solo se pueden identificar aquellas que tienen alta carga viral.
Eso quiere decir que al PoST se le pueden escapar personas que sí están enfermas, pero que ya no están contagiando. “Si esa persona no ha entrado o ya salió de la etapa en la que el virus es contagioso, no va a esparcir el virus en el celular”, explica Young.
“El PoST no reemplaza al PCR nasofaríngeo, pero sí permite detectar personas enfermas que por no tener síntomas no se harían un PCR nasofaríngeo”, y añade: “Este es un test para saber si uno está contagiando”.
Entonces, si un celular marca positivo en el test PoST, el dueño de ese teléfono debe hacerse una PCR tradicional para confirmar que está contagiado de SARS-CoV-2 y puede estar contagiando a otros.
De la misma manera, si el test PoST da negativo, no quiere decir que la persona no esté contagiada, sino que posiblemente no está contagiando a otros.
Menores costos
Según explica Young, muchos de los costos de las PCR tradicionales están asociados a la logística que se requiere para practicarlas, al personal, al material de protección y los insumos.
El investigador explica que su método permite bajar costos de la misma manera en que comprar los ingredientes para hacer una pizza en casa sale más barato que comprarla hecha.
“Nosotros compramos los insumos para la detección de PCR por separado, en vez de comprar kits con certificación clínica adonde viene todo preparado”, dice.
“Los componentes que usamos son los mismos que usan los kits clínicos y también están aprobados por los Centros para el Control y Prevención de enfermedades de EE.UU. (CDC)”.
“Esto de ensamblar kits lo podemos hacer porque somos expertos en las técnicas de PCR y biología molecular”, dice.